Prefiero ser aborrecida por un mundo, que aun con miles de personas en el, esta hueco, que ser una desconocida para el que vino al mundo, me salvo y jamás me juzgo.
Porque detrás del telón del mundo viven almas sollozando y derramadas en llanto por encontrarse perdidas.
Pero detrás del manto de Jesús viven almas gozando y derramadas en el espíritu.
Yo me encontraba muerta en el telón pero volví a nacer en el manto con solo aceptar al Hijo de Dios que Resucito mi presente y destruyo mi pasado.
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