Al escritor lo que es del escritor

Nadie puede criticar a la musa que hace volar la imaginación del vecino, ni de hablar antes de conocer a una persona que puede terminar siendo un delirio románticamente constante, tampoco se puede mirar mal a un día nublado cuando en ese mismo día nuevas creaturas vienen a este maravilloso pero insólito mundo

Así mismo nadie, absolutamente nadie, tiene derecho a robar tan finas letras que fueron resultado de una historia tal vez amarga o tal vez tontamente romántica para convertirlas en un copy paste barato. “Al cesar lo que es del césar” dijo el mejor maestro de este mundo, y yo tomo nuevamente esa pequeña oración para decir “Al escritor, lo que es del escritor”.

Que bajo caería el ladrón al hacerse fama por algo que no provino de sus propios desvelos ni de sus lágrimas. Por ello, entre hermanos de manos y pensamientos que aman el arte de hablar por papeles debemos cuidar lo que se ha plasmado. Podemos darlo a conocer pero jamás omitir tan respetuosa palabra que se entiende como firma donde dice “autor”.